El ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que afecta a Telemadrid deja en la calle a más del 80% de la plantilla: en total: 925 trabajadores de una plantilla formada 1.170 profesionales, algo que el director de Telemadrid, José Antonio Sánchez considera necesario para la viabilidad de la cadena debido a la crisis económica y financiera que sufre la televisión pública.
Es curioso que el señor Sánchez afirme
que el despido abusivo del personal es la única alternativa para la
supervivencia de la cadena teniendo en cuenta que ni un solo directivo elegido a dedo por el
Partido Popular se ha visto afectado por el ERE.
Lamentablemente, con el ERE de
Telemadrid como con casi todo, no ha habido cabida para el diálogo con los
trabajadores que no forman parte del equipo directivo, pero que son empleados
que llevan quince años trabajando para la cadena. Los directivos no se han sentado a negociar
con los trabajadores.
La asociación “ Salvemos Telemadrid”
formada por la plantilla del ente no se ha quedado de brazos cruzados tras el
ERE: las medidas tomadas han ido desde huelgas que se visibilizan con fundidos
a negro en la cadena: paros en horas de emisión correspondientes a
informativos, manifestaciones en el centro de Madrid e incluso la elaboración
de un corto de animación donde la plantilla ha dado su punto de vista sobre la
gestión y el endeudamiento del ente al que en parte atribuyen a Esperanza
Aguirre.
Este activismo ha sido criticado por
José Antonio Sánchez, algo fácil esperar debido a la pérdida en
términos de audiencia y publicidad que ha sufrido la cadena.
Muchas empresas anularon los contratos
de publicidad pactados con la cadena por los paros que iba a haber; En total
Telemadrid ha perdido 1,6 millones de euros, esto sangra aún más al ente
público que ya sufre un déficit presupuestario grande; déficit que no debemos
olvidar entre otros factores está ocasionado por los grandes sueldos que tienen
los tertulianos contratados por el partido conservador, los desorbitados
sueldos de los directivos y el encargo de programas a determinadas productoras
afines al Partido Popular.
Todos estos despilfarros han sido
demasiado para el presupuesto con el que cuenta una televisión pública y
regional y ahora quien paga las consecuencias es la gente que se ha partido los
cuernos por salvar a la cadena de manipulaciones y proponer alternativas
innovadoras al modelo de televisión nada efectivo que mantiene Telemadrid.
Esta reforma no afecta solamente a los
trabajadores de la cadena, los españoles debemos preguntarnos qué ha pasado con
el dinero de todos los ciudadanos destinado a la utilidad pública y calidad de
la cadena que parece haberse esfumado teniendo en cuenta la gran deuda que
acumula.
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