De nuevo, policías y manifestantes se han enfrentado este domingo en Egipto. Más de cuarenta personas han resultado heridas en el cuarto día de una ola de protestas que encuentran su razón de ser tanto por el segundo aniversario de las revueltas que depusieron a Hosni
Mubarak como por la condena a muerte de 21 seguidores del club de
fútbol Al Masry, como causantes de la matanza del estadio de Port
Said en febrero de 2012. La oleada de violencia ha dejado ya este fin de semana al menos 46 muertos, principalmente en Port Said y Suez, dos
ciudades en las que el Ejército salió a la calle por orden del Gobierno.
Aunque los disturbios del domingo han sido de menor intensidad que los
de días previos, la facción política de los Hermanos Musulmanes, que
apoya al presidente Mohamed Morsi, le ha pedido a este que declare el
estado de emergencia, para estabilizar la nación.
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